lunes, 18 de junio de 2012

Vida.

Nacer, aprender a andar, a comer, a orinar y defecar... Aprender a vivir, a reír y llorar, a respirar bajo el agua y no hacerlo delante de las intimidades... Aprender a respetar y a que te pisen, aprender a dejar que te aplasten y te masacren a que te jodan y encima decir gracias... Aprender, aprender lo que, por norma, tiene que ser así, aprender a contar, a multiplicar y sumar, restar, dividir penas..

¿Por qué no aprender a vivir o enseñar a vivir?¿Por qué no ser tú mismo y conseguir lo que deseas?

Luchar por todo como si nada fueras a conseguir, conseguir nada y luchar como si todo lo tuvieras...
Estamos hartos de oír lo que queremos, necesitamos y, se supone, nos gusta. Estamos hartos de oír lo que debemos hacer con nuestro dinero, obligados a dejarlo en un sitio donde se supone nadie lo robará y resulta que se lo dejamos a los propios ladrones.

La vida sólo está hecha de desgracias, penas y tristeza, pero sólo depende de nosotros que eso cambie, de aprender a observar y admirar lo que ante nosotros, nos muestra el mundo y no los humanos, la gente, la sociedad....

La vida está hecha de penuria, lucha y esfuerzo, pero sin embargo, sólo pensamos en las cosas materiales sin admirar lo bello que hay en el día a día, en las cosas de la calle, en los juegos de la vida....

Desde que nacemos ya nos muestran qué hacer, cómo pensar y qué comer, nos dicen cómo debemos actuar y lo que debemos pensar para que nos guste el futuro...
¿Por qué?¿Por qué debemos hacer lo que los demás quieren?¿Por qué debemos de actuar nosotros, levantar nosotros unos muros o fortalezas al rededor de un espacio inmenso y ancho para protegernos del exterior?
El problema no está afuera, está dentro de nosotros... No aceptamos nada, no admiramos nada y no nos preocupamos por aprender nada de lo que nos da miedo, por eso nos da miedo...

Estamos demasiado acostumbrados a que nos lo den todo masticado y a punto de tragar sin observar que nos encerramos en las cosas que no vemos.
No sabemos nada de la vida y sin embargo, estamos investigando para ya, irnos a vivir a otros mundos, otros planetas... 

Sin duda, no sabemos nada de este mundo, de nuestro mundo y queremos salir ya de él sin pararnos a observar, como digo, los detalles más hermosos y bellos de el mismo...

Nadie espera nada de nadie, como nada espera nadie de quien nada quiere dar... Pero llamadme iluso si pienso que todos hemos nacido para hacer algo en este mundo y para conseguir cambiar, aunque no sea drásticamente, este mundo con cada paso, cada acción, cada persona y cada pensamiento que desvelamos.

Si tan siquiera parásemos unos minutos al día a pensar en lo que realmente nos hace felices, en lo que realmente necesitamos para serlo y en lo que realmente necesitamos como humanos, como seres vivos...
Si al menos, cambiáramos ese egoísmo y superioridad de cada uno y observáramos que todos unidos podemos conseguir que todo marche bien, creo que cambiaría equivalentemente todo lo que ahora nos parece raro, todo lo que ahora no entendemos...

Nos enseñan demasiadas cosas desde pequeños y en cuanto empezamos a preguntar, en cuanto empezamos a cuestionar ciertas enseñanzas, nos empiezan a apalear y a señalar con el dedo como si fuésemos raros...

Nos enseñan todo lo que necesitamos en la vida....menos la más importante lección de todas...
No nos enseñan a VIVIR la VIDA....

domingo, 10 de junio de 2012

Límite de tristeza, Límite de Felicidad.

¿Hay algún límite de felicidad, algún límite o cupo máximo en el que no podamos ser más felices?
Si lo hay para la tristeza, desesperación e ira, también lo habrá para la felicidad, buen estado de ánimo y tranquilidad, ¿no?
¿O es que, nos preocupamos tanto de conseguir la máxima felicidad, sin darnos cuenta de que también puede tener un llenado máximo?


A veces, creo que nos ponemos metas demasiado grandes o alargadas y no aceptamos las pequeñas derrotas, evitando así, los pequeños detalles, alegrías y risotadas que llegan en un instante determinado. Nos paramos sólo a ver lo malo de nuestras vidas que no atendemos a ninguna razón que no sea NUESTRA mayor "razón" de locura...


Últimamente, no suelo escribir mucho, aunque sí pensar en varias cosas:
-Ya no tengo las dudas de antes, ya no me acometen las preocupaciones de mi estado de ánimo, de cómo conseguir la felicidad ni de cómo hacer para ayudar, pero sin duda, siento que todavía no estoy completo, y vuelven a mí otra vez, más sentimientos que esperaba no volver a sentir, que esperaba no volver a tener por el hecho de utilizar más la razón que el corazón.


Creo que ya no depende de mí conseguir mi "cupo" de felicidad, ya he agotado al máximo todo lo que estaba en mi mano, y sé que he repetido y repetido que sólo tú, sólo uno mismo es el que consigue tener la felicidad, porque sólo tú aceptas de buenas o de malas maneras todo lo que te puedan decir, hacer o entregar.


Supongo que ahora esté en otra etapa (más) de transición pensando en la que ya no sólo dependerá de mí mismo, sino, de otras cosas (sentimientos, experiencias, sensaciones, etc) ajenas a mí.


No dudo de mi capacidad ni de mí mismo, dudo de que no llegue ese día, el día en que, por un casual, se alineen los planetas y aparezca esa "estrella" en mi vida que le de una pequeña vuelta a mi mundo.
¿Estaré capacitado para asumir las consecuencias?¿Tendré el valor suficiente de enfrentarme a esas consecuencias?


Como se suele decir;


"El tiempo pone a cada uno en su lugar"