Problemas de la nada.

Sigues ahí detrás, pidiendo a gritos que se callen esas voces de tu interior que sólo hacen que repetirte las mismas preguntas.
Sigues detrás, esperando algo que no sabes si llegará o no, esperando, como un niño al que le han dicho que le comprarán un montón de helado si se queda ahí, quieto, en su sitio, sin saber cuándo será eso...

Sabes que la solución no depende de ti, que el problema lo estás engendrando cada vez más grande en tu interior y que no dependerá de ti la solución, sólo te quedará esperar sin saber hasta cuando, sin saber si todo saldrá bien, pero aún así esperas a que todo pase, de la mejor forma que sabes, con lo único que sabes que te divierte...

Notas que cada día que pasa, cada noche que llega, hay algo ahí que seguirá siendo más duro, más eterno, más inconvenientes saliendo sólo de tu cabeza.
Piensas, piensas que todo saldrá bien y piensas soluciones, buscas esas salidas que hagan que sigas adelante por muy mal que vaya todo. Pones esa sonrisa que te caracteriza, sonríes con esas ganas con las que te gustaría sentirte y buscas esa felicidad en los demás que no encuentras en ti mismo.

Hablas, hablas con quien sea de lo que sea, con tal de apartar de ti esos malos pensamientos, esperando encontrar en esas personas, por un casual, con un poco de suerte, eso que tanto ansías, eso que tanto buscas...

Los humanos tendemos a hacer de un mísero y pequeño problema, una montaña con la cual casi no podamos, para así, si lo superamos, sentirnos más realizados y pensar que podremos seguir adelante...
Sabiendo esto, ¿por qué pensamos que no volveremos a encontrar a nadie¿?Por qué esperamos con tanta ansia ese amor que tanto daño nos ha hecho en un pasado?

Sigues ahí detrás, esperando a que alguien o algo haga que seas tú quien se levante, se mire en el espejo y diga: "Coño, no puedo seguir así. No puedo ver cómo me destrozo la vida esperando a que alguien venga..."

Entonces, ¿qué es lo que debo hacer?
¿Sentarme sin más a esperar a alguien que no sé cuándo llegará o seguir adelante disfrutando de lo que siempre he tenido a mi lado?

Eso ni se pregunta...

Desviaciones.

Hace 10 meses me preocupaba sólo volver a andar, poder volver a disfrutar de la compañía que me encanta, que me apasiona, volver a disfrutar del deporte que amo, del cual no puedo vivir sin él.

Hace 10 meses, mi vida dio un vuelco bastante grande, teniendo en cuenta ciertas cosas de mi vida, sólo me podía apoyar en un clavo que, sinceramente, creo que a todos nos hace falta.

Le damos demasiada importancia a todos los problemas que suceden en nuestras vidas, a nuestro al rededor, sin centrarnos en que tampoco es tan difícil tener un poco de felicidad, que con ese poquito a poco de felicidad al día, podemos conseguir lo que siempre deseamos...

Son ya muchos meses y quizá haya cambiado más de lo que yo he pensado en hacer, de lo que debiera haber cambiado...
Quizá ahora sea más arrogante y un poco egoísta, quizá pase de todo y me preocupe bastante menos de la gente...
Pero todo el mundo tiene razones para cambiar, para evolucionar, para seguir adelante.

Quizá no sea el tío que una vez me hubiese gustado ser, tampoco digo que sea todo lo contrario, pero me cuesta.

Miro atrás y no soy lo que era, no sigo pensando de la misma forma como tampoco actúo de la misma manera...
Tengo otras ambiciones y otros propósitos en la vida, tengo nuevas amistades, nuevos sentimientos y nuevos pensamientos.

Pero sigo pensando en una misma cosa, en algo que jamás entendí y ahora, poco a poco, tampoco entiendo pero sí razono algo...
El amor, complicado sentimiento, ¿verdad?.

A medida que pasa el tiempo, que pasan todas las situaciones, tengan o no que ver con ese sentimiento, hace que actúes más adelante de otra forma ante estos sentimientos.
Hace tiempo dije que conseguí controlar ciertos sentimientos hasta tal punto de transformarlos, de cambiarlos, para mi beneficio, para conseguir algo bueno de ellos.
Pero sigo intentando ver todo lo bueno de lo que ahora me ocurre, aprovechando cada risa, cada carcajada, cada instante de felicidad a mi alrededor, cada noche larga al lado de la gente que quiero y cada día feliz entrenando y haciendo lo que más amo.

Pero vuelven a mí los recuerdos, las sensaciones y los momentos por los que tanto he sufrido.

Lo llevo diciendo mucho tiempo:
-"Con paciencia y esperanza, paciencia y esfuerzo, paciencia y fuerza de voluntad, podrás conseguir todo lo que te propongas, todo lo que deseas."

Conseguir las cosas, siempre será bueno y será reconfortante si lo has conseguido con esfuerzo y sacrificio, porque te notarás realizado.

Lo malo llega cuando, todo lo que has deseado, todo lo que has esperado y por todo lo que te has esforzado, no sale como tú pensabas, no era lo que tú esperabas, no se asemeja a lo que podrías haber imaginado.

Es en esos momentos cuando tienes que volver atrás, cuando tienes que pensar en todo lo que has luchado para conseguir lo que deseabas y ver que en realidad, aunque no sea lo que has pensado, se asemeja y sentirte orgulloso por ello.

En fin, desvariaciones, como la mayoría de las cosas que me rondan por la cabeza.

He cambiado y no sé si soy lo que esperaba ser, aunque sí puedo decir que cada vez, confío más en mí mismo y en que, algún día, por muy duro que me sea la espera, llegará mi turno y para entonces, espero estar preparado primero, para reconocerlo y segundo, para cuidarlo.