Últimamente, sólo hago que pensar en unas pocas cosas relacionadas con un deporte, con el deporte que, para algunos sólo es un grupo de adolescentes en la edad del pavo sin estudio alguno, realizando cosas irracionales y poniendo en riesgo sus vidas.
Pero más allá de todo eso, sin que nadie lo sepa ver realmente, no somos más que un grupo de amigos haciendo algo que nos gusta y nos apasiona sin hacer ningún mal a nadie, sin faltar el respeto a nadie y sin destrozar nada a nadie. Todavía no entiendo esa gente que, en vez de preguntar por algo "nuevo" para ellos, sólo se dignen a criticar, gritar e insultar a un grupo de jóvenes que no hacen más que deporte, al fin y al cabo, sin molestar a nadie. No llego a entender cuán de cerrado puede llegar a ser las personas cuando ven algo no cotidiano como puede ser a un grupo de jóvenes disfrutando de un deporte y entrenando sin romper nada.
Creo que puedo llegar a comprender el por qué actúan así las personas ante unos críos, pero lo que nunca entenderé es el afán por creer que faltamos el respeto, por ser unos sinvergüenzas, por creer que vayamos a destrozar infinidad de inmuebles e incluso ser unos futuros fugitivos.
Juzgan sin saber que, dentro de todo eso, no hay más que otras personas que, al no querer seguir unas directrices escritas, deciden practicar algo diferente al resto intentando escapar de lo cotidiano y ayudando así, a escapar un poco de la sociedad tan "liberal y abierta" en la que vivimos llena de reglas, leyes, órdenes y obligaciones.
Nadie intenta entender o comprender que, dentro de esa fachada que tenemos, hay algo más que unos simples jóvenes inmaduros dando saltos, hay algo más que unas inmaduras personas sinvergüenzas. Hay, dentro de todo esto, hay una familia bien unida, bien formada y por la que un servidor daría algo más que una mano.
Estos días, he estado pensando más en este deporte, en que voy a tener que empezar de cero, en que tendré que volver a coger el ritmo a una velocidad extrema para poder seguir a mis compañeros y amigos, he estado pensando en cómo podré volver a estar al nivel.
Y después de todo eso, dejé la mente en blanco y volví a pensar, volví a pensar en que voy a disfrutar más, porque empezaré de cero, voy a disfrutar más porque me tendré que esforzar más en conseguir estar a la altura, he pensado que voy a estar a un nivel bastante inferior y que ahora sólo dependerá de mí saber si soy capaz de conseguirlo, de saber si realmente lo hago por mí o por ellos.
He pensado muchas cosas en poco tiempo.
Cada vez que me levanto con la escayola en la pierna, me invaden recuerdos de cuando empezamos a entrenar juntos, de cuando casi no nos conocíamos y quedábamos y entrenábamos sin hablar apenas, porque no teníamos confianza suficiente todavía, me invaden recuerdos de todas las personas fantásticas y maravillosas que he conocido gracias a este deporte y de todos los viajes que he podido hacer gracias a los saltitos que dábamos al principio. Me invaden recuerdos no tan lejanos, no tan borrosos, de cuando salíamos a investigar por el centro y las afueras esperando encontrar algo más que dos simples vayas y al final, no encontrábamos más que sólo dos vallas oxidadas y rotas y un día increíble por haber estado todo el día fuera, conociéndonos al fin y al cabo y por haber estado riendo la mayor parte del tiempo.
Ahora tengo recuerdos sobre los primeros viajes, las incomodidades en los buses y los sustos en los hostales, de las experiencias que vivimos y la gente que conocemos, de los sitios inmensos y preciosos que hemos visitado y de todo lo que hemos vivido.
Es difícil expresar lo que se siente al practicar este deporte, y más difícil aún es el explicar qué es este deporte para alguien ajeno a ello, pero lo que yo siento, lo que realmente siento al practicar este deporte no es un logro por haber conseguido un salto grande, no es una victoria ganada por haber superado a este, es algo más grande que todo eso, es algo complejo y difícil de explicar.
No practico este deporte porque me guste que me miren, tampoco por impresionar a nadie, lo practico por lo que siento al realizar los movimientos, por la sensación que experimento al estar un tiempo corto en el aire, por las sensaciones múltiples que siento al salvar los obstáculos que me encuentro.
Es muy difícil explicar algo tan profundo como es para mí, este deporte.
Los recuerdos que me invaden, después se convierten en melancolía aunque rápidamente pasan a ser una razón más para seguir adelante, para mirar en el mañana y saber que hoy, sólo es una etapa, una etapa que tengo que pasar para saber reconocer lo que tengo y lo que soy, lo que puedo conseguir y lo que tengo que conseguir, lo que tengo al lado mío y lo que estoy dispuesto a entregar.
Por eso, hoy puede más que otro día, me ataque la tristeza, pena y recuerdos, pero no dejaré de pensar que todo lo que yo quiero, lo tengo que luchar y ganar y no será hoy cuando vaya a perder algo que me ha cambiado radicalmente, la forma de ver la vida.
No dejaré de lado algo tan bueno como es el disfrutar de las personas que amo y quiero, de asombrarme de sus logros y superaciones, de valorar y enseñar a valorar a las personas, de ver que aunque sea un deporte, hay algo más que simples saltos y jóvenes delincuentes, hay una familia riendo y siendo feliz, como yo lo soy cada vez que salgo a entrenar, cada vez que consigo evadirme de las injusticias y pobrezas de esta sociedad, como yo lo soy cada vez que veo a lo lejos a un montón de gente esperando por la visita de un patachula y cojo.
No dejaré de ser feliz mientras tenga esto y mis amigos apoyándome y a quienes apoyo, admiro, envidio y me sorprendo.
L'Art Du Déplacement (ADD)